Receta para la felicidad
En este mundo donde predominan políticas como el capitalismo y la democracia que otorgan el poder de decisión al individuo, donde las redes sociales nos permiten como individuos mostrar nuestra cara más feliz
, en este mundo el individuo no parece llegar a la felicidad. Como sociedad hemos llegado al mejor momento de la historia en cuanto a calidad de vida, pero aún así el individuo parece no conseguir esa felicidad prometida.
¿Cual podría ser la receta de la felicidad?
Desde que nacemos nos están diciendo dónde está la felicidad. Si estudias, si haces, si te compras, si te casas, si te… serás feliz. Luego hacemos todas esas cosas y la felicidad prometida no se presenta. Las expectativas no se cubren. Mi tio me dijo hace años, “la única obligación en la vida que tienes es ser feliz. Sé lo “. ¿Ser feliz es una obligación? Si lo haces todo y lo tienes todo
y aún así no llegas a ser feliz, ¿la culpa es tuya?. Sentimos que el orígen estas en nosotros mismos y entonces aparece la depresión. Somos la sociedad mas deprimida de la historia.
Está claramente instaurada la creencia de que la felicidad es una suma de momentos felices. Redes sociales, anuncios, muchos amigos, nuestro propio instintos nos instan a buscar cualquier momento feliz, momentos de placer, pero como un destello de luz en la oscuridad, transcurrido el momento volvemos donde estábamos. Creyendo que el problema está en que no tenemos suficiente momentos felices seguimos repitiendo, pero en cada intento ese momento feliz cada vez es un poco menos. Como cuando tomamos un postre que nos gusta mucho. Creemos que repitiendo disfrutaremos el doble pero realmente cada repetición el disfrute es menor hasta que nos empacha y nos deja de gustar.
A mi entender, confundimos la felicidad y ser feliz como hacemos con el dolor y el sufrimiento. Conocemos gente que no tiene dolores y sufre mucho, y otros que tienen muchos dolores pero no sufren. Como decía Patrick Swayze
en de profesión duro
“El dolor duele”.
Las filosofías orientales entienden que uno es una sensación y el otro es lo que hacemos de ello. La actitud ante esa sensación o el estado de animo que se deriva. Por supuesto hay que ser fuerte para separa el dolor del sufrimiento, pero la diferencia está en nosotros.
Creo que el individuo busca la felicidad donde no esta. Todos estos consejos de todo el mundo, todos los anuncios, las redes sociales, el consumismo… nos marcan la dirección equivocada. ¿Entonces donde está la felicidad?
Creo que el camino a la felicidad es la alegría. Y la alegría como el sufrimiento depende mucho de nuestra actitud ante la vida. La semejanza es que así como el sufrimiento se alimenta de dolor, la alegría se alimenta de relaciones humanas, sentimiento de pertenencia, sentimiento de propósito, de amor. Somos animales sociales, y como tales solo nos sentimos plenos compartiendo dando significado a nuestra vida a traves de nuestras relaciones con otros. Amor, cuidados, servicio.
Los niños pequeños, están alegres porque sienten que sus padres les quieren. Eso es lo único que necesitan. Cuando vamos creciendo, crece en nosotros la duda del cariño de otros, y aquí está el origen de la infelicidad de adultos. No nos damos cuenta que perdemos la alegría y con ello la felicidad. El origen muy posiblemente la educación y la des-educación que recibimos.
Creo que la duda de si nos quieren tiene un origen mas profundo. Dejamos de creer que alguien quiera querernos. Dejamos de creer en nosotros. Dejamos de querernos a nosotros mismo. Y nadie te podrá querer más de lo que tu te quieres a ti mismo. O dicho de otras manera. Nunca dejaras que nadie te quiera mas de lo que tu te quieres.
Además, de pequeños, no elegimos nuestras relaciones. Familia, hijos de los amigos de nuestros padres, compañeros de colegio, prácticamente es toda elección que tenemos. Si no tienes suerte y no encuentras esas relaciones que te hacen sentir a gusto, seguro, querido, pronto tu infancia se convierte también en infeliz.
Eligir bien tus relaciones de adulto es clave. Las relaciones humanas son complicadas y se cultivan muy despacio. Y el camino del conocerse, para poder volver a tener esa actitud que te permita sentirte alegre con la gente apropiada, también es largo. Por eso creo que el camino a la felicidad es largo y duro. Es un estilo de vida que sin esperarlo un día te permite darte cuenta que la mayoría del tiempo estas alegre y sientes que puedes decir que eres feliz.
Receta de la felicidad
- Conocete. Tus gustos, motivaciones, tus mentiras, tus miedos y tus contradicciones. Conoce tu parte mas oscura. Nadie puede juzgarte por como eres sino por lo que haces de ello. Se empático con como eres pero sé muy critico con como vives.
- Vuelve a tener una relación positiva contigo mismo. Tratate como un hijo. Aceptate tal y como eres pero no te exijas menos de lo que puedes dar.
- Elije bien tus relaciones. Identifica las positivas y las negativas. Las relaciones que te gustaría tener no siempre son las que deberías tener.
- Aprender a valorar esas relaciones, desde dentro y hacia fuera. Siéntelas, deja que formen parte de tu identidad y deja que ese sentimiento salga y lo noten los demás, en particular los protagonistas.
- Busca tu sentimiento de pertenencia, tu propósito, en el cuidado y servicio a otros. El impacto a otros puede ser directo o indirecto, pero sentir tu contribución a positiva en otros siempre es una buena apuesta.
@rulasg espero tus comentarios.